El día Internacional de la Madre Tierra, que se celebra cada 22 de abril por resolución de las Naciones Unidas, nos recuerda que el planeta y sus ecosistemas nos dan la vida y el sustento.

En este año 2017, el lema de esta celebración es “Alfabetización medioambiental y climática”, con el fin de favorecer  una mayor conciencia ecológica en la población y la necesidad de que haya una conciencia individual y colectiva sobre los efectos del cambio climático y sus amenazas a la vida del planeta.

Reflexionar sobre la Madre Tierra, es hacer conciencia de las prácticas de consumo, económicas, industriales, bélicas, entre otras, que afectan al planeta y los seres que en él habitamos.  Es urgente promover una armonía con la naturaleza, en vez de solo pensar en obtener de esta los recursos sin obligación de ejercer una compensación de equilibrio.

El mundo debe lograr una coincidencia política entre la armonía con la naturaleza y la extracción exacerbada de sus recursos, la cual se hace sin mayor compromiso social y sin meditar en los daños irreparables que algunas prácticas puedan acarrear.

La alfabetización ambiental  debe comprender a todas las áreas del conocimiento, y a todas las generaciones desde la niñez a la vejez.  Es necesario cambiar el concepto de la “sociedad del desechable” donde objetos no biodegradables solo son útiles por  poco tiempo, incluso por unos pocos minutos y luego pasan a formar parte de los desechos ambientales.  Galeano lo expone muy bien en “La sociedad del desecho”; véase en http://www.universonuevaera.com/web/articulos/galeano_sociedad_desecho.html