Identidad organizacional
En el equipo de trabajo de salud, cada quien tiene su función, la cual se completa a diario con las funciones de otras personas.
Si bien algunas labores son relevantes para la comunidad por razones de cultura o de identificar la salud con curaciones, intervenciones quirúrgicas o investigación, también es cierto que toda labor es indispensable en el ámbito de la atención de la salud.
Una exitosa cirugía, por ejemplo, no fuera así si el ambiente no estuviera debidamente esterilizado y si el paciente, de regreso al salón, no lo encuentra en óptimas condiciones higiénicas.
La alimentación es fundamental para los procesos de recuperación intrahospitalaria. Los cuidados de enfermería, el consejo psicológico, la vigilancia epidemiológica, los exámenes diagnósticos, todo, es importante.
Estudios organizacionales han demostrado que una cosa son los objetivos de una organización, y otra, los objetivos de las personas que trabajan en una organización.
El asunto es tratar de realizar acciones que traten de acercarlos. Y en ello la comunicación, el incentivo del trabajo en equipo, la compensación por los logros y el reconocimiento a las personas son factores que ayudan a ese acercamiento.
La identificación de los funcionarios con los propósitos del lugar en donde se desempeña, procuran siempre que al paciente se le trate de manera armoniosa y en consonancia con los valores éticos que guían toda intervención en salud.
Si bien la formación técnica y profesional es garantía de calidad de los servicios, esta solo es posible si hay una constante preocupación porque las personas que brindan esos servicios estén debidamente capacitadas en todos aquellos campos que alientan nuestra seguridad social. Entre ellos los vinculados con la solidaridad, la universalidad, la igualdad y la equidad.