Este año, el Día Mundial de la Salud que se celebra cada 7 de abril, tiene como lema: Depresión: hablemos.

La pobreza y el desempleo son dos factores que hacen que las personas puedan caer en depresión, a falta de los medios necesarios de subsistencia de la persona misma y de su núcleo familiar.  La muerte de un ser querido o la ruptura de una relación, las enfermedades y problemas causados por el consumo de alcohol y drogas aumentan el riesgo de desarrollar una depresión. La depresión puede sobrevenir por  la competencia descontrolada que envuelve a las personas en el consumismo, quedando comprometidos sus ingresos en pagos de tarjetas y otros problemas financieros que se vuelven incontrolables con el paso del tiempo.  Los estados de calamidad pública como los desastres y las guerras aumentan este riesgo en forma notable.

Una barrera para buscar tratamiento y ayuda profesional son los estigmas y los prejuicios, por tal motivo el propósito general de celebrar esta fecha, según la Organización Mundial de la Salud, es que cada vez más personas con depresión, en todo el mundo, busquen y obtengan ayuda, así como comprensión no solo por parte del personal sanitario sino por parte del entorno familiar y comunal.

(Imagen tomada de http://www.paho.org/mex/index.php?option=com_content&view=article&id=1172:hablemos-de-la-depresion&Itemid=499 )