Sociedad del desechable
Los océanos sufren nuestra cultura del desechable.
La botella que contiene el refresco que usted se toma en 5 minutos y la tira al basurero, tarda una media de 450 años para descomponerse. Aunque el ser humano sabe qué hacer con ella una vez utilizada, la naturaleza no.
La bolsa de plástico que le suministran en el supermercado para que cargue sus compras y usted la usa por pocos minutos mientras llega a la casa, tardará más de 100 años para descomponerse.
Los productos de plástico son muy comunes en nuestra vida moderna. Según una estimación cada año se utilizan aproximadamente 1,6 millones de barriles de petróleo sólo para la producción de botellas de plástico para agua y refrescos. Los desechos plásticos constituyen uno de los grupos de residuos que tardan más en desnaturalizarse y desaparecer. http://www.ecoticias.com
Cada año, la humanidad aumenta el número de toneladas de basura, mucha de ella sin tratamiento alguno. Estos plásticos que tan fácilmente adquirimos en cualquier compra que hagamos, van a parar a vertederos de cielo abierto, o a ríos y océanos. Y se suman a estos, los desechos plásticos industriales de uso cotidiano: partes de vehículos, electrodomésticos, computación, materiales para la construcción e implementos de muy diversa naturaleza (entre ellos los desechos producidos por las actividades de la atención sanitaria, algunos de ellos con características de desechos infecciosos con riesgo para la salud).
Cientos de animales marinos, mueren por la ingesta de productos plásticos que los seres humanos vertemos en las aguas. Se suman al plástico los productos de metal, vidrio, aceites, productos tóxicos y textiles que atentan contra la vida marina en general.
Contaminación de mares y salud
En el ciclo de la cadena alimenticia, los seres humanos estamos consumiendo nuestros propios desperdicios, con graves daños para la salud de las personas; habiéndolo causado antes al ambiente.
Es necesario hacer conciencia del uso que hacemos de los productos que afectan el ciclo natural y en especial de aquellos que van a terminar en el mar: algunos, como el plástico que flotan y otros que van a formar montañas tóxicas en los lechos marinos.
Si continuamos con estas prácticas de lanzar productos contaminantes, según lo advierte la ONU, en el año 2050 habrá más plástico que peces en el mar. Por eso, las medidas que se tomen para evitar esta tragedia, han de ser inmediatas.