El transporte en motocicleta crece cada vez más y con más razón deben reforzarse los sistemas de educación vial, prevención y seguridad. Se hace indispensable reforzar los sistemas de prevención como el uso del casco y el chaleco de seguridad y respeto de señales de tránsito. Deben respetarse los límites de velocidad al conducir, así como la necesidad de conducir sobriamente y sin drogas o medicamentos que disminuyan la capacidad del conductor.
Según COSEVI en el año 2018 murieron en sitio 177 motociclistas, y 25 pasajeros de motocicleta (COSEVI, Estadísticas 2017-2018). Sin contabilizar el número de incapacitados y la severidad de las lesiones que en la mayoría de los casos dejan este tipo de accidentes.
En el ámbito mundial, este medio de transporte representa más de 286 000 muertes cada año. Esto equivale cerca del 23% de todas las defunciones por accidentes de tráfico.
Estos accidentes suelen ser predecibles y prevenibles, y no deben aceptarse como inevitables. (OMS, Manual de seguridad de los vehículos de motos de dos y tres ruedas, en http://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/272757/9789243511924-spa.pdf?ua=1).
Las muertes y los traumas que se atienden en hospitales podrían reducirse si se toma conciencia de la importancia de la educación vial que debe iniciar desde los primeros años escolares y reforzarse en el hogar y la comunidad.
Decimos todo esto, porque en la actualidad las motocicletas se adquieren hasta en tiendas de electrodomésticos y ello nos da una idea de la expansión que ha tenido este tipo de transporte para trabajar o como medio de recreación.