El trabajo infantil tiene múltiples causas relacionadas con la pobreza y la exclusión. Según estima la OIT, hay 152 millones de niños y niñas dedicados al trabajo infantil, es decir, casi uno de cada 10 en el mundo, mientras que existen 25 millones de personas a que son víctimas del trabajo forzoso (la llamada esclavitud del siglo XXI).
En discurso de apertura de la IV Conferencia Mundial sobre la Erradicación Sostenida del Trabajo Infantil, el Director de la OIT apuntó que deben aplicarse las normas internacionales referidas al trabajo infantil; políticas del mercado de trabajo centradas en los ámbitos donde se encuentra la mayor parte del trabajo infantil, es decir en la economía rural y la informalidad; la protección social contra la pobreza y la inseguridad, y la educación universal de calidad accesible a todos. (Ver http://www.ilo.org/global/about-the-ilo/newsroom/news/WCMS_596327/lang–es/index.htm)
Algunas formas de luchar contra el trabajo infantil, la OIT, en forma resumida, las perfila así:
La legislación por sí sola no puede erradicar el trabajo infantil pero tampoco será posible eliminar el trabajo infantil sin una legislación eficaz.
Un trabajo que ofrece un ingreso justo y seguridad a los adultos y a los jóvenes que tienen la edad legal para trabajar, significa que los hogares no tienen que recurrir al trabajo infantil para suplir sus necesidades básicas.
Reforzar las políticas que ayuden a mitigar la vulnerabilidad económica de los hogares.
La manera más eficaz para detener el flujo de niños en edad escolar hacia el trabajo infantil es mejorar el acceso a la educación y su calidad.
(Ver http://www.ilo.org/global/about-the-ilo/newsroom/news/WCMS_595745/lang–es/index.htm)