Clima, según la Real Academia, es el conjunto de condiciones atmosféricas que afectan a una región. Mientras que ambiente, entre otras, se define como aire o atmósfera de un lugar; también como conjunto de condiciones físicas, sociales y económicas.
Dejando estas definiciones así planteadas, los estudiosos de la organización se refieren a un elemento básico que es el clima organizacional. Entendido este como el conjunto de condiciones físicas y psicológicas en torno a una determinada unidad de trabajo, que afecta positiva o negativamente el comportamiento del grupo de trabajadores para cumplir con sus funciones.
Veámoslo de esta forma: un hospital está compuesto de distintos ambientes (cirugía, medicina, laboratorios, servicios de apoyo, administración, etc.), estos ambientes son fácilmente identificados por el tipo de funciones, personal y equipamiento que en estos hay. No obstante el clima que pudiera existir en cada uno de estos, es distinto en relación con los factores de trabajo, comunicación, normas y capacitación del personal, entre otros. La sumatoria de los distintos climas, podrían dar razón del clima organizacional en general que se vive en ese ambiente de trabajo.
Por otra parte, las personas que debemos acudir a una unidad de trabajo recibimos muestras del clima organizacional que existe dentro de una determinada unidad de servicio: la calidad de la atención, la seguridad, la prontitud y eficacia de respuesta, el respeto a la individualidad, el trámite sin dilación y la comunicación efectiva, son algunos indicadores de un adecuado clima de trabajo. Si se suma el aseo de la planta física, la ordenada disposición de los materiales de trabajo, la comodidad de los espacios para la prestación de un servicio y las normas de seguridad, también forman ese conjunto para que el ciudadano perciba un clima organizacional agradable.
Así como los ciudadanos que requerimos un servicio tenemos una percepción del clima organizacional, también los trabajadores tienen su propia vivencia del clima en el cual se desempeñan: la adecuada comunicación, el reconocimiento por su labor, la claridad en las normas de desempeño, la motivación por el logro, y la consideración a sus necesidades como personas, entre otros, forman su criterio para evaluar el clima de trabajo, como complemento de las responsabilidades que deben cumplir en atención a sus puestos de trabajo.
La Ley 8239, Derechos y deberes de las personas usuarias de los servicios de salud públicos y privados, de abril de 2002, contempla una serie de condiciones necesarias para hacer del clima organizacional de estas importantes entidades de salud, un espacio para un efectivo proceso de atención de la salud, en donde prevalezca el respeto mutuo.